Mediación con adolescentes!!
No basta con
pensar que los conflictos siempre han existido y esperar que el tiempo cambie.
Es hora de actuar y creer que la mediación con adolescentes es
posible y su ejercicio práctico, una “cultura del acuerdo” y por qué no,
incluir en los procesos de mediación con adolescentes en conflicto.
¿Recuerdan ustedes la película Peter Pan?; creo que nunca una película infantil ha tenido más relación con
el papel de la mediación con menores o adolescentes
que la mencionada película.
¿Recuerdan como de forma imaginaria unos hermanos viajaban
al país de Nunca Jamás? Tras irse a dormir, tres hermanos de una misma
familia sueñan como por la ventana de su dormitorio, pueden volar, atraídos por
el malvado Capitán Hook. En su imaginación, desean huir de su casa, su familia,
sus padres, en la batalla, en el conflicto, en el que se ven afectados unos niños,
la única forma de huir de ello es mediante la imaginación.
¿Recuerdan
como sentían la atracción de lo prohibido, de los piratas? Su referente era
Garfio. Los menores y, sobre todo, los adolescentes que se revelan ante
cualquier situación, desean enfrentarse a aquello que no pueden alcanzar, y la
mejor forma de hacerlo es mediante todo aquello que para los adultos no
está permitido.
¿Recuerdan ustedes quienes se encontraban allí en
comunidad? Los niños y niñas perdidos. ¿Cuántos de estos “niños perdidos” se
encuentran a nuestro alrededor? ¿Cuántos son objetos de abusos, de utilización
como “armas” arrojadizas en supuestos de crisis matrimonial en nuestros
días? O peor, si conocemos las cifras estadísticas que nos hablan de
abandono, acogimientos temporales o retiradas de la patria potestad por no
procurarles la formación integral necesaria.
¿Recuerdan como recuperaba Peter Pan a sus “hijos”?
Pensando como ellos, viviendo como ellos, sintiendo como ellos, como
Wendy. Solo es posible entrar en su mundo, si cerramos los ojos e
imaginamos como ellos. Pues eso suponen la mediación familiar con
menores o adolescentes.
Hay que pensar
que el adolescente está construyendo su identidad y, por tanto, solo
con el reconocimiento de su derecho a ser escuchados podemos trabajar.
Aunque en la
mayoría de los casos, los abogados no tenemos en cuenta a los adolescentes en
la mayoría de los problemas como es el caso por ejemplo del proceso de divorcio
de sus padres, de explicarles que ellos tienen que cumplir su parte de
compromiso para que el mal llamado régimen de visitas se cumpla cuando vayan
cumpliendo años.
Es
indispensable y urgente generar acciones conducentes a que la violencia
deje de ser una forma válida para resolver diferencias, de allí la
preocupación por buscar formas de neutralizarla y transformarla por medio de
diálogo, cuando hablamos de procesos de familia, donde las relaciones en el
tiempo “continuarán”.
¿Por qué mediación con adolescentes?
“La
mediación es un acuerdo de futuro. El pasado no se puede cambiar pero sí
podemos ver cómo vamos a plantear el futuro” Los mediadores hemos aprendido a
preguntar ¿qué vamos a hacer? Y no ¿qué ha pasado? Los mediadores hemos
aprendido a trabajar sobre lo que es “justo”, no tanto sobre lo que sea “legal”
Son problemas
previsibles que nos podemos encontrar en este tipo especial de mediación y hay
que tener en cuenta que la mediación da toda la responsabilidad a las
partes en el conflicto e intenta por medio del proceso de trabajo propio
que dichas partes se responsabilicen de lo suyo. Son ellos mismos los
protagonistas de sus propios acuerdos.
En el caso de
adolescentes, dar una cota de poder, de responsabilidad y de confianza en
ellos, hace que se equilibren las partes, pero existe un fundado temor por
parte de padres y familiares fundamentalmente a la pérdida de poder. Y si se
trata de problemas entre adolescentes ¿respetarán ese poder de decisión, ese
distinto posicionamiento ante un problema?
Objetivos de la mediación con adolescentes
Los
objetivos que debemos perseguir con el trabajo de la mediación con
adolescentes en conflicto, se basa fundamentalmente en reflexionar y
elaborar estrategias para trabajar desde los principios básicos de la
mediación en contextos desfavorables dado, sobre todo, el desequilibrio de
poder al tratarse de un menor: el libre desarrollo de su personalidad; el
entorno que le rodea e influye; y el derecho a ser escuchado y si es con un
adulto, desarrollar habilidades para introducir a las partes en el proceso de
mediación sin que ello suponga que el adulto tenga que
renunciar a sus principios y valores.
Para ello es
muy necesario dotar a los mediadores de habilidades y recursos específicos
para trabajar la mediación con adolescentes, analizar la aplicación de técnicas
de mediación y negociación en procesos de familia y sobre todo, con aquellos
con conductas difíciles.
Se tratan
de supuestos de mediación y negociación en situaciones de fuerza no equilibrada,
que nos permita responder a la pregunta de ¿cómo mediar en este tipo de
procesos? La respuesta la daríamos con estas pautas:
Promover
la gestión positiva de los conflictos y que cada parte sepa su
situación según la edad, para unos superadas, para otros en plena
efervescencia.
Abordar el
aspecto negativo y destructivo del conflicto y transformarlo, eliminando la
violencia y destructividad que frecuentemente genera cuando de menores se
trata.
Convertir las
situaciones conflictivas, que se viven diariamente, en oportunidades de
aprendizaje, crecimiento y desarrollo personal. Mediar es educar y por tanto no
se debe perder la oportunidad de que lo conozcan y lo hagan suyos, los métodos
utilizados en la mediación.
Facilitar en
la medida de lo posible acuerdos constructivos y duraderos.
Reducir las
tensiones y evitar la violencia que pudiera surgir por la incomprensión
del conflicto por parte del adolescente.
Crear un clima
pacífico y constructivo donde se pueda desarrollar la afirmación y la autoestima;
la confianza mutua; las capacidades de compartir sentimientos, información y
experiencias.
Por tanto es
posible llevar a cabo la Mediación con adolescentes!!!!
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