Subvenciones agricolas
La necesidad de las subvenciones agrícolas
El sector agrícola, como base productora de la alimentación de toda la población, necesita apoyo y ayudas. Sobre todo en un contexto de crecimiento de las ciudades a costa del abandono del campo. Para mantener en funcionamiento las explotaciones agrarias y ganaderas hacen falta políticas concretas, que hagan que esa actividad compense el esfuerzo de los agricultores.
Para asegurar el desarrollo rural, el crecimiento del sector agrícola y la mejora continua de las condiciones de vida de los agricultores, las diferentes Administraciones ponen en marcha planes de subvenciones agrícolas.
Para establecer criterios comunes y apoyar ciertas actividades en concreto, las subvenciones agrícolas se dirigen a:
– Fomentar la implantación de algún tipo de cultivo.
– Ayudar a los jóvenes agricultores que empiezan en este sector.
– Fomentar el desarrollo rural.
– Indemnizar por daños sufridos en los cultivos por causas ajenas a los agricultores.
Las subvenciones agrícolas pueden proceder de diferentes niveles, ya que estamos bajo el gobierno de varias Administraciones: la Unión Europea, el Estado español y las comunidades autónomas.
Las ayudas de la PAC
La Unión Europea está plenamente implicada en el sector agrario, al que destina un 40 % de su gasto. Esto se realiza por medio de la Política Agraria Común (PAC), que establece las estrategias y las vías por las que debe tratarse el desarrollo del medio rural y su producción en los países miembros.
Las ayudas de la PAC tienen varios objetivos:
– Fomentar la mejora de la productividad. Se trata de conseguir una mayor cantidad de alimento sin que por ello haga falta aumentar la superficie dedicada a ello.
– Conseguir el autoabastecimiento de la Unión Europea, de manera que sus países miembros puedan alimentar a su población sin recurrir a la importación desde países situados fuera de la Unión Europea.
– Lograr que esos alimentos puedan estar a disposición de los europeos a precios asequibles.
– Garantizar que los agricultores puedan gozar de una calidad de vida razonable.
Ahora, además, también se suma el aspecto medioambiental a toda la actividad agraria. La PAC mira por el desarrollo sostenible y favorece y ayuda al agricultor comprometido con el medio ambiente, penalizando o negando las ayudas a los que no cumplen con requisitos de sostenibilidad, bienestar animal y seguridad alimentaria.
Las ayudas de la PAC se aplican en España según la distribución de competencias entre la Administración General del Estado (mediante el Fondo Español de Garantía Agraria, FEGA) y los organismos competentes en pagos de las distintas comunidades autónomas.
Otras subvenciones agrícolas
Debido a la importancia de la PAC, tanto en el aspecto económico como en el social y político (digamos que Europa rema toda en el mismo sentido en este ámbito), no te extrañará que ocupe prácticamente todo el protagonismo cuando hablamos de ayudas a la agricultura.
Pero también existen otras ayudas o subvenciones de carácter estatal y autonómico, derivadas de fondos nacionales y dedicadas, en general, a conceptos más locales o de carácter excepcional. Son, por ejemplo, las ayudas para paliar los efectos de la sequía o inundaciones.
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