Los empresarios endeudados tendrán segunda oportunidad con la nueva Directiva de Insolvencia
Los empresarios comunitarios sobreendeudados,
que gocen de buena reputación, tendrán acceso a un procedimiento que les pueda
llevar a la plena exoneración de deudas en un plazo no superior a tres años, si
se atienen a las exigencias establecidas por la Directiva de Insolvencia, que
ayer aprobó el Consejo Europeo y que, previamente, había aprobado el Parlamento
de la Unión Europea.
La Comisión estima que ofrecer una auténtica
segunda oportunidad a los empresarios para retomar su actividad crearía tres
millones de puestos de trabajo en la UE, teniendo en cuenta que hay 200.000
empresas en concurso de acreedores cada año (o 600 al día), lo que se traduce
en la pérdida de 1,7 millones de puestos de trabajo directos.
La Directiva se publicará próximamente en el Diario
Oficial de la UE. Los Estados miembros tendrán dos años a partir de ese momento
para aplicar las nuevas disposiciones. No obstante, en casos debidamente
justificados, podrán solicitar a la Comisión un año adicional para su
aplicación.
Alerta temprana
Las empresas en dificultades financieras
podrán acceder desde una fase temprana de esta situación a otra de
reestructuración preventiva que les ayude a evitar la insolvencia. Para ello,
el texto introduce otra medida decisiva para los deudores, que podrán disfrutar
de una suspensión de las ejecuciones singulares durante, al menos, un plazo de
cuatro meses, para favorecer las negociaciones de un plan de reestructuración .
Estos marcos estarán disponibles a petición
de acreedores y representantes de los trabajadores. Así, se facilitarán las
negociaciones sobre los planes de reestructuración preventiva con el
nombramiento, en determinados casos, de un administrador en materia de
reestructuración que ayude a elaborar el plan diseñado.
Las nuevas normas prevén una serie de
elementos que deben formar parte del plan, entre ellos, una descripción de la
situación económica, mención de las partes afectadas y sus categorías o las
condiciones de los planes.
Además, se creará un sistema de alerta
temprana y acceso a la información para ayudar a los deudores a detectar las
circunstancias que puedan provocar una insolvencia y advertirles de la
necesidad de actuar lo antes posible.
El objetivo general de la Directiva es
reducir los obstáculos más importantes a la libre circulación de capitales
derivados de las diferencias entre los Estados miembros en materia de marcos de
insolvencia y de reestructuración y mejorar en la UE la cultura del rescate
basada en el principio de la segunda oportunidad.
Las nuevas normas también tienen por objetivo
reducir la cantidad de préstamos no productivos en los balances financieros de
los bancos y evitar la acumulación de dichos préstamos en un futuro.
En este mismo empeño, la norma pretende
establecer un equilibrio adecuado entre los intereses del deudor y los del
acreedor para hacerlo posible.
La Comisión presentó su propuesta el 22 de
noviembre de 2016. Las nuevas normas complementan el Reglamento sobre
insolvencia de 2015, que se centra en resolver los conflictos de competencia y
legislativos en el marco de procedimientos de insolvencia transfronterizos, y
garantiza el reconocimiento de sentencias relacionadas con la insolvencia en
toda la Unión.
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