Fraudes y estafas a raíz del coronavirus
El
coronavirus nos ha llevado a todos los españoles a permanecer encerrados en
nuestras casas para tratar de evitar que los contagios sigan produciéndose de
manera masiva y de esta forma vencer al virus.
Ante
esta situación, estamos confirmando una vez más la gran calidad humana,
dignidad, altruismo, generosidad y valentía de muchos de nuestros
conciudadanos, si bien debemos alertar que también está siendo aprovechada por
una minoría despreciable que, carente escrúpulos
y de decencia, pretenden sacar provecho del dolor y sufrimiento ajenos.
La
pandemia y el estado de alarma han creado sin quererlo un perfecto caldo de
cultivo para que estafadores y delincuentes puedan perpetrar engaños y
fraudes aprovechando el miedo a la COVID-19. Los ciberdelincuentes no
descansan y siempre encuentran nuevas formas de llevar a cabo sus estafas y
fraudes online.
Queremos
alertar que se ha multiplicado exponencialmente el uso de las nuevas
tecnologías para cometer estafas relacionadas con el virus en cuestión y
recordar algunos de los fraudes más habituales que se están produciendo en esta
crisis sanitaria.
CORONA PHISHING
El
fraude denominado corona phishing se comete vía correo electrónico.
En él, el ciberdelincuente suplanta la identidad de una institución para
hacerse con el control de determinados datos personales, como los datos
bancarios o incluso infectarnos con un malware.
CORONA SMISHING
Por
otra parte, el corona smishing, que tiene lugar por medio de SMS, está
siendo uno de los fraudes más comunes. En la mayoría de los casos se envía el
SMS haciendo creer a la víctima, por ejemplo, que quien lo envía es el
Ministerio de Trabajo, en concreto, como si fuera el Servicio Público de Empleo
Estatal (SEPE) quien está contactando para solicitar una serie de datos
personales, que aparentemente serán necesarios para tramitar una “solicitud de
baja temporal en relación con el coronavirus”.
Hay
que recordar que los trabajadores no tienen que hacer ninguna gestión al
respecto de sus ERTES, ya que son sus propias empresas quienes gestionarán toda
la documentación al respecto.
Otro
tipo de fraude se esconde tras un “Colabora vía SMS”, animando a colaborar con,
por ejemplo, la palabra “Ayuda” a un determinado teléfono o email. Este último
es otro tipo de estafa muy común, a través de la cual, solicitando una
donación, nuestro dinero irá a parar a fines ajenos a ningún tipo de acción
benéfica.
CORONAWARE
Son
muchas las aplicaciones y webs que, a través de la instalación de un software
malicioso, tienen como objetivo el robo de datos personales o bancarios, y es
que ante la situación de incertidumbre y miedo generalizado por la COVID-19,
muchas personas, sin valorar más allá la seguridad de estas páginas y apps,
introducen sus datos con el objetivo de obtener un diagnóstico de la
enfermedad, mediante la descarga de algún tipo de programa.
Antes
de hacer clic sobre cualquier enlace, una buena recomendación es confirmar si
la fuente es fiable, podemos comprobarlo mediante sus canales de comunicación
oficiales, en las redes sociales o en las webs oficiales de los distintos
ministerios.
COMPRAS ONLINE
La
búsqueda de material sanitario relacionado con el coronavirus, o incluso la
venta de supuestas vacunas, son el gancho perfecto para llevar a cabo una
estafa económica, de modo que, tras realizar la compra, esos productos nuca se
llegan a recibir una vez hecho el pago correspondiente.
Cuidado
con los pagos que se hacen en línea o con dar datos de la tarjeta bancaria por
teléfono. La policía ha alertado de las llamadas en las que una operadora
ofrece hacer la compra de la comida por teléfono.
Se
debe indicar siempre al vendedor que se pagará en efectivo al recibir la compra
en casa, o bien con tarjeta de crédito o débito, pues la mayoría de estos
establecimientos disponen de datáfonos para pagar con tarjeta en nuestros
domicilios, sin que sea necesario pagar la compra por adelantado.
ESTAFAS PRESENCIALES.
Desde
pequeños nos han alertado para que no abramos la puerta de nuestros domicilios
a desconocidos y este es un consejo que ahora debemos seguir a rajatabla y no
bajar la guardia.
Con
motivo del coronavirus, se ha detectado que hay estafadores haciéndose pasar
por personal sanitario que acuden a las casas de las víctimas y con la excusa
de realizarles las pruebas del coronavirus, aprovechar la ocasión para robarles
todo lo que puedan.
Debemos
avisar que ese tipo de pruebas de la COVID-19 no se están haciendo por regla
general en los domicilios, que solo muy excepcionalmente se están realizando,
pero siempre con cita previamente concertada y que, en todo caso, son
gratuitas.
Tampoco
está ofreciendo Sanidad mascarillas a domicilio, ni guantes, ni equipos de
protección. Por tanto, ante cualquier ofrecimiento de este tipo, se debe avisar
por teléfono de inmediato a la Policía Nacional o a la Guardia Civil. También
es posible contactar vía on line o enviar un mail a ciberestafas@guardiacivil.org.
PENAS Y MULTAS POR
COMETER ESTE TIPO DE ESTAFAS
En
función del importe defraudado, los culpables de estos delitos se enfrentan a
penas que van desde los 6 meses de prisión a los 3 años si el importe
supera 400 euros, o en caso contrario, el delito leve de estafa se castiga
con multa de uno a tres meses con una cuota diaria que oscila entre los
dos y los cuatrocientos euros diarios.
Por
otro lado, cuando la estafa reviste especial gravedad, por afectar a múltiples
perjudicados, porque el culpable ya haya sido condenado ejecutoriamente al
menos por tres delitos de estafa, apropiación indebida, administración desleal
o defraudación de fluido, o bien recaiga sobre bienes de reconocida utilidad
social, el artículo 250 del Código Penal dispone que se castigará al autor del
delito con las penas de prisión de uno a seis años y multa de seis a doce
meses.

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