LA PLANIFICACIÓN DE LA SUCESIÓN EN LA EMPRESA FAMILIAR AGRARIA : EL TESTAMENTO.


La planificación de la sucesión hereditaria en la empresa familiar agraria es un aspecto de vital importancia para el desarrollo y expansión de la explotación en el tiempo. 


La importancia de realizar una planificación patrimonial que permita conocer al empresario agrícola la situación actual de su explotación y prever con certeza la situación futura de su patrimonio.
Y como parte de esta planificación patrimonial se debe incluir una preparación de la sucesión hereditaria. No hay mejor forma de ordenar el patrimonio que prepararlo con antelación para que llegado el día del relevo intergeneracional el destino de los bienes que lo forman sea el más claro posible.
De cara a la eventual sucesión, el empresario agrícola debe plantearse la realización, o no, de testamento. El testamento es un acto en el que una persona determina cuál es el destino que deben recibir sus bienes tras su fallecimiento.
Lo cierto es que para un agricultor la realización del testamento no siempre resulta una tarea sencilla. Requiere un cálculo y valoración de los bienes que forman parte de su patrimonio –tanto agrícolas como no agrícolas-, estudio y reflexión de todas las personas que pueden resultar beneficiados por el reparto de los mismos, así como un análisis de los costes fiscales que pueden tener las diferentes opciones de reparto.
Esta ardua tarea, que, además, nunca resulta agradable porque parece que avecina el fallecimiento, provoca que sea habitual encontrarse con procesos sucesorios de patrimonios agrícolas que, por no haber sido planificados con antelación, resultan de imposible resolución.
Si no se conoce cuál es la voluntad del causante –sucesión sin testamento-,  será la ley quién determine los beneficiarios a la herencia y el reparto de los bienes. Y la ley, por muy justa que pretenda ser, establece soluciones estándar que normalmente no encajan en las circunstancias y peculiaridades que presenta cada explotación agrícola.
Posibles consecuencias de no otorgar testamento
  • Reparto de bienes desigual
  • Reparto no ajustado a las necesidades de cada heredero
  • Generar desprotección en algún heredero –discapacitados, menores,…-
  • Generar conflictos familiares.
  • Provocar pérdida de riqueza.

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